La lucha por la igualdad es un proceso lento y largo que no sólo depende del legislador sino también, y sobre todo, de cambios en los patrones culturales de la sociedad patriarcal. Por eso resulta tan gratificante leer noticias como ésta, por lo que supone de revulsivo en un mundo tan machista y cerrado como el de las cofradías - muy especialmente las sevillanas - y por lo que implica de primer paso hacia un modelo de asociaciones religiosas que al fin sean respetuosas con la igualdad de género. Pero no pensemos que la Iglesia Católica, o que las hermandades, son el ejempló más radical de discriminación. Míremenos a nosotros mismos, miremos a nuestro alrededor, veamos cuántos complices - también públicos -hay con la desigualdad, cuántos políticos y políticas se han paseado con cofradías machistas y lo siguen haciendo... Todos y todas necesitamos decretos como el del Arzobispo de Sevilla, aunque de manera singular los responsables públicos que se dan golpes de pecho con los principios de igualdad y libertad y que luego se desviven por salir en la foto besando anillos arzobispales o poniendo medallas a Cristos que sangran.
PD: No podemos perder de vista lo que dice el final de la noticia: los hermanos mayores de las hermandades afectadas dicen que no acatarán la orden. Si es así, la Iglesia debería sancionarlos, lo mismo que el Estado pena a quien incumple sus normas. Ahí es donde estará el verdadero compromiso con la igualdad... porque toda norma, sin amenaza de coacción, se convierte lamentablemente en un brindis al sol
El arzobispo acaba con la discriminación de la mujer en las cofradías de Sevilla
http://www.elpais.com/, REYES RINCÓN - Sevilla - 03/02/2011
La próxima Semana Santa de Sevilla pasará a la historia por ser la primera en la que las mujeres tienen derecho a salir de nazarenas en todas las cofradías. Un decreto publicado ayer por el arzobispo, Juan José Asenjo, establece la "plena igualdad de derechos" entre los miembros de las hermandades, "sin que sea posible discriminación alguna en razón del sexo, incluida la participación en la estación de Penitencia", según el texto.
Solo tres de las 60 hermandades que salen en procesión en la capital (El Silencio, La Quinta Angustia y el Santo Entierro) y otras dos del municipio de Dos Hermanas (La Vera Cruz y el Santo Entierro) tenían todavía prohibida la presencia de las mujeres. Las demás han ido levantando el veto en los últimos años, muchas después de que, en octubre de 2001, el predecesor de Asenjo, el cardenal Carlos Amigo Vallejo, instara en una pastoral a acabar con la discriminación de la mujer en la Semana Santa. Sin embargo, algunas han ido posponiendo el cumplimiento de este mandato. Unas porque aseguraban que no tenían peticiones de mujeres para salir en procesión y otras por el temor de los hermanos mayores (los máximos responsables de la cofradía) a someter la medida a votación y que ganaran los que se oponen a la presencia femenina.
Asenjo se comprometió a acabar con esta situación cuando llegó al arzobispado, en 2009. El pasado mes de diciembre se reunió con los responsables de las hermandades que mantenían el veto a la mujer y les pidió que modificasen sus reglas para que las mujeres pudieran ya salir en la Semana Santa de este año. Pero los hermanos mayores le dijeron que no les daba tiempo de completar los trámites para este año y acordaron que fuera el arzobispo el que lo ordenase. En el texto, que entra en vigor el 2 de marzo y deroga las reglas internas de las hermandades que siguen sin admitir nazarenas, el arzobispo afirma que su decisión responde a la petición de "cuantas hermanas, ante las dificultades encontradas en el seno de sus hermandades, expresan su vivo deseo de participar, en igualdad de condiciones" en las cofradías.
Los hermanos mayores afectados por el decreto que ayer se pronunciaron sobre el asunto aseguraron que acatarán la orden.
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