Todavía recuerdo como un eco terrorífico a Julio Iglesias cantando “De niña a mujer” mientras que mi madre planchaba en la cocina. Su estribillo sacudió mi adolescencia en la que nadie cantaba al sufrimiento que suponía convertirse en un hombre de verdad. Así fue como yo, un niño de largos silencios, empecé a descubrir que si quería triunfar en la vida debía ser mitad truhán mitad señor. Al tiempo que Chabeli se convertía en una pesadilla que resucita cada vez que traiciono mi virilidad.
Relato enviado al espacio de MICRORELATOS del programa HOY POR HOY (Radio Córdoba, Cadena SER), coordinado por LA BELLA VARSOVIA
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