En estos tiempos que corren la ALEGRÍA casi se está convirtiendo en un valor subversivo. Frente a tanta negrura en el horizontes, es necesario reivindicarla, ejercerla, transmitirla, compartirla. Por ello en esta mañana del día de Reyes, los únicos a los que adora mi alma republicana, me basta con mirar los ojos de este paje inquieto, soñador, entregado a la vida, para descubrir que el futuro existe y que la alegría puede habitar nuestro presente.
En estos tiempos que corren la ALEGRÍA casi se está convirtiendo en un valor subversivo. Frente a tanta negrura en el horizontes, es necesario reivindicarla, ejercerla, transmitirla, compartirla. Por ello en esta mañana del día de Reyes, los únicos a los que adora mi alma republicana, me basta con mirar los ojos de este paje inquieto, soñador, entregado a la vida, para descubrir que el futuro existe y que la alegría puede habitar nuestro presente.
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